Si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo. (Romanos 10:9)
El significado de la resurrección es que Dios está a nuestro favor. Su objetivo es afianzar una relación estrecha con nosotros, y vencer nuestro sentido de abandono y distanciamiento.
La resurrección de Jesús es la declaración de Dios a Israel y al mundo de que nosotros no podemos abrirnos camino hacia la gloria, pero que su intención es hacer lo imposible para que lleguemos allí.
La resurrección es la promesa de Dios de que todos los que confíen en Jesús serán beneficiarios del poder de Dios que nos conduce por el camino de justicia y a través del valle de sombra de muerte.
Por lo tanto, creer de corazón que Dios levantó a Jesús de entre los muertos implica mucho más que la aceptación de un acontecimiento: implica la confianza en que Dios esta a nuestro favor, en que él ha afianzado una relación estrecha con nosotros, en que él está transformando nuestra vida y en que él nos salvará para su gozo eterno.
Creer en la resurrección implica creer en todas las promesas de vida y de esperanza y de justicia por las que la resurrección tuvo lugar.
Significa estar tan confiados en el poder y amor de Dios que ningún temor a perder bienes mundanos ni la codicia por las ganancias de este mundo podrán tentarnos a desobedecer a su voluntad.
Esa es la diferencia entre Satanás y los santos. Oh, Dios quiera circuncidar nuestros corazones para que lo amemos y hallemos descanso en la resurrección de su Hijo.
Devocional tomado del libro “Crea en su corazón que Dios levantó a Jesús de los muertos»